Los primeros diseños fueron un tanto erráticos. En la negociación del contrato yo había pedido poder diseñar también los personajes principales, sin que tuviesen que parecerse a los actores de la película de imagen real. La propuesta fue aceptada, con lo que el proceso de trabajo inicial con Kay y Jay fue un tanto engorroso: Éramos demasiados a opinar. El jefe Zed fue aceptado desde la primera propuesta, y la agente Elle tuvo muy pequeñas modificaciones. Con el perro Frank the Pug fue también complicado por ignorancia mía: desconocía aquella raza que por entonces ya era popular en EEUU y que, años después, lo sería también en Europa. Mis primeros modelos siempre se parecían a un boxer o a un bull-dog.
