Este libro, hecho en colaboración con el escritor Eric Sarner, ha tenido hasta el momento ediciones solamente en francés (edición original) y en ediciones biligües portugués - francés / inglés / castellano con el título Carta de Lisboa. Cualquiera de ellas es ya muy difícil de encontrar.
Tanto Eric como yo conocíamos Lisboa desde hacía tiempo y acordamos una metodología de trabajo simple: durante los quince días que duraría nuestra estancia recorreríamos juntos la ciudad, tomaríamos notas y apuntes, pero en ningún momento los compartiríamos, de manera que la visión del uno no condicionase la del otro. Así lo hicimos. Sólo hubo dos claras violaciones del acuerdo. La primera, que al cabo de los dos o tres primeros días los dos advertimos que, imprevisiblemente, Lisboa estaba llena de sutiles referencias animales. Estaba claro que ese hilo conductor aparecería en texto e imágenes. La segunda, un fascinante suceso con una fotografía encontrada por azar en un lugar inverosímil. Era imposible no hacer comentarios y elaborar una historia común alrededor de aquel hayazgo.