Creía que había sido hacía dos, tal vez tres años... Pero fue en 2004 cuando Ángel de la Calle (Modotti, una mujer del siglo XX) me propuso una colaboración en el libro temático que la Semana Negra publica todos los años. El tema lo eligen de la forma más arbitraria que podamos imaginar (a mí me gusta el sistema...), y aquel año fue El compañero Leonardo. Es seguro que el señor Da Vinci debió tener más de una "semana negra" en su agitada vida pero, más allá de este punto, se me escapa qué relación puede haber entre este genio y el mejor festival de novela negra del planeta.
Permitidme ahora un toque erudito: en los últimos años de su vida, Leonardo abandonó precipitadamente Italia (que aún no existía como tal) y se refugió en Francia, en Amboise, acogido por Francisco I. El monarca puso a su disposición la mansión / chateau de Le Clos Lucé, una residencia y unos jardines magníficos, a 500 m. del palacio real. Se dice que hay un pasadizo subterráneo que une la casa con el palacio, por el que Francisco acostumbraba a visitar al maestro a cualquier hora del día.
Por lo que se sabe, Leonardo hizo el viaje "ligero de equipaje" pero, entre sus pertrechos, llevaba La Gioconda, que se quedó ya en Francia como residente con carta de ciudadanía.
El texto está en castellano y, aunque reducido, creo que es legible.